Hablar del tema de las facturas electrónicas daría para varias entradas, ya que durante mucho tiempo han dado más problemas que alegrías a sus usuarios que, como tantas veces, se entusiasmaron con la idea de poder prescindir del papel, para después descubrir que, en la práctica, el asunto no era tan sencillo de llevar a cabo.
Tanto fue así que, el pasado 1 de diciembre, se publicó el Real Decreto 1619/2012, de 30 de noviembre, por el que se aprobaba el Reglamento por el que se regulan las obligaciones de facturación, reglamento que, para sorpresa de muchos (y alegría de muchos más), simplificaba los requisitos que debía cumplir una factura para poder ser denominada «electrónica», y que podría resumirse en lo siguiente:
- Tiene que contener todos los datos necesarios de una factura
- Tiene que tener formato electrónico (cualquiera)
- Tiene que ser aceptado por la otra parte
Y ya.
Así de fácil.
Con esto se abrió la puerta para que un simple documento PDF se considerara una factura electrónica válida.
Pero claro, la Administración no ha renunciado con esto a su proyecto de impulsar la facturación electrónica, y los proveedores que trabajen con ella deberán presentar a partir de ahora facturas en este formato, por lo que ha perfeccionado su sistema para que dichas facturas cumplan con el estándar necesario mediante el programa Facturae.
Pero de estos y otros detalles ya entraremos a hablar en profundidad otro día.
Hola Marta mi operadora me rompe la cabeza pero a mí no me convence, prefiero que me siga llegando al buzón tradicional
Muchas compañías tratan de que te registres en su web para consultarlas. Eso es poner trabas. Si es que te las envíen al mail, ya verás que, con el tiempo, será de lo más normal.
Yo lutilizii las factura electronica y no la veo mal,igual al principio estavan un poco incompleta pero ahora a mi me va bien y puedo guardarlas igual.
Es un proceso, y con el tiempo acabará imponiéndose por las posibilidades e inmediatez que ofrece.